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¿Dónde está el proletariado?

(Re)pensar a Marx en el Siglo XXI.

· Filosofía

Por Matías Flores.

"Marx parte de la materialidad porque su filosofía viene a expresar a un sujeto histórico, el proletariado, que trabaja la materia" (José Pablo Feinmann, La Filosofía y el Barro de la Historia, Cap. 5)

El capitalismo tiende a destruir lo material, pues toda cosa se esfuma a la vista de la consciencia. El capitalismo es consciencia, o mejor dicho la búsqueda de una consciencia plena. Los señores burgueses sacan al esclavo proletariado del lugar de la materia, han estudiado en él la capacidad de trabajar y de ser libres en la naturaleza a través de su contacto con ella misma, con ellos mismos.

Esclavizar en el Siglo XXI es sacarle la capacidad al esclavo de ser libre. Capitalismo es destruir la materia, dominar el campo de lo óntico para así encerrar al esclavo en la actualización de la moral y prohibirlo de la potencia de la espiritualidad: aquello que es más humano. El hombre ha muerto dijo Foucalt. Porque el hombre -y con ello me refiero a ser humano- es esencialmente espiritual. Espiritual en el sentido de lo que deviene. Es tanto esencial al Amor, a la música, al arte y a la modalidad como estos le son al ser humano, esa es la verdadera esencia del hombre y la mujer. Todo este goce que el esclavo antes encontraba en la materia la desasido por el amo burgués, quien coloniza al esclavo a través de la cultura. El trabajo del esclavo con la materia es la cultura. El amo en el Siglo XXI coloniza culturalmente, se apropia del trabajo del esclavo. Marx ha sabido representar una etapa importante del capitalismo, el capitalismo de fábrica. Pero en estos siglos la historia ha cambiado -y no a favor de las predicciones de Marx-, pues entramos en otra etapa del tecnocapitalismo: el neocapitalismo. El primer capitalismo, el capitalismo fundante, se caracteriza por la fabrica y el trabajo del proletariado con la materia. Pero hoy el esclavo ya no hace estos trabajos, ahora el esclavo es community manager, mesero, abogado, profesor, alumno. He de decir que la predicción marxista se hizo real pero en una especie de hiperrealismo distópico. Es verdad que el proletariado se ha hecho dueño de los medios de producción, pero de esto no se sigue que el proletariado haya aplastado a la burguesía sino todo lo contrario: la burguesía ha aplastado al proletariado quitándolo de su potencialidad de ser libre, lo ha liberado. No hay un hecho más esclavizante en la historia de la humanidad que la interpretación de la libertad. El tecnocapitalismo ha ganado a través de una estrategia de colonización a través de la cultura de la libertad. El abogado es libre, el agricultor es libre. Quien no es libre es quien depende de ellos, el burgués. Y no hay acto mayor de libertad que asumir cadenas. Eso ha hecho el capitalismo para liberarse, ha sabido admitir su finitud, su esclavitud. No hay peor proletariado que el que quiere ser burgués.

Entre los procesos de espiritualización, es decir de liberación -facultad de admitir cadenas-, hemos mencionado el de la música. Esta nos servirá de claro ejemplo para seguir el hilo de la teoría. Tomemos el ejemplo de 'L-Gante' y la música urbana. No hay ni que mencionar que el propio acrónimo del cantante hace alusión a un modo de vida burgués. Hoy el trabajo de espiritualización que antes lograba el esclavo a través de la cultura -el trabajo con la materia- fue apropiado por el amo burgués, que ha logrado que el propio esclavo se apropie de la libertad (o libertinaje) que lo encerraba al capitalista en la dependencia a la fábrica, y así el esclavo ahora anhela ser como el burgués. El amo se ha sacado un peso de encima -la libertad- y se lo ha entregado deliberadamente al esclavo. Ahora el que anhela ser-algo-determinado -es decir dominar el campo de lo óntico, haciendose uno con los entes- no es el amo. Recordemos que este se veía en la dificultad de que en su libertad yacía su propia semilla de destrucción, pues cuando el amo dominaba al ente, se hacia uno con el ente. Ahora el amo ama, domina la música, se espiritualiza. Se hace uno con aquello que no puede ser uno, por tanto es libre, es múltiple, está abierto al devenir. El existencialismo es un acto de burguesía. ¿Y donde está el proletariado? En todos lados. El proletariado se deificó. Se hizo uno con lo Uno. Anhela ser-algo-determinado, y entre todas las cosas determinadas la mejor. Este es el proceso que ha tenido que pasar el burgués para liberarse, pero en este caso hay una complicación aún más grande para que el esclavo se libere. El esclavo no solo anhela ser lo mejor sino que lo mejor ahora existe. Lo mejor ya no es Dios, ya no está después de la vida -o quizás después y antes de la existencia-, lo mejor ha sido traído a la existencia. La mejor manera de devolverle la libertad al proletariado es evangelizarlo, en el sentido de prometerle que lo mejor no fue aún traído a la existencia, sino que será traído a la existencia. Generar un sujeto a la espera es la mejor manera de hacer la revolución. El capitalismo ya no es una persona pues ya todos somos proletarios. El capitalismo ha muerto pues lo hemos matado. El capitalismo se ha esfumado ante la vista de la consciencia marxista y se ha transformado en una idea. Estamos en lucha contra una idea, no contra una persona. Esa idea unificadora del que anhela ser lo mejor. Volver a la idea de la indeterminación es el camino correcto para devolverle esperanza a la humanidad. Soltar las riendas de lo unificado, tomar inconsciencia de lo unificante. Volver a preguntarnos por nuestro origen, originar en nuestro Ser y en el Ser de todos nosotres, de todes nosotres proletarios -desde el más rico hasta el más pobre-, la pregunta por nuestro Ser.